Aprovecho que estoy de vacaciones en la orilla del mar, para recordarte los extraordinarios efectos en tu piel, (y todo tu cuerpo), de los baños marinos.
Si estás en invierno, en el hemisferio sur, o no puedes ir a la playa, una de las formas en que puedes beneficiarte, es incorporando agua marina a un tónico facial, cuya receta voy a compartir contigo más abajo.
Los baños de mar desintoxican la piel, ayudan a oxigenarla, equilibran su pH, y retrasan el envejecimiento.
El sonido de las olas tiene efectos relajantes, y esto mejora notablemente todos tus desajustes, y también tus arrugas de expresión.
Los vientos costeros, en forma de brisa o más fuertes, estimulan y masajean tu piel, depositando en ella humedad y sales marinas que aumentan su vitalidad y flexibilidad. El aire marino saturado de gotas de agua, es rico en ozono, yodo, iones negativos, lo que fortalece tu sistema inmunitario, calma tu sistema nervioso, y mejora el aspecto de tu piel cual Botox natural, al rehidratarla progresivamente.
El agua de mar contiene todos los oligoelementos necesarios para la nutrición celular (yodo, zinc, sodio, magnesio, potasio, etc.), en proporciones y biodisponibilidad adecuadas para hacer uso de los mismos por vía oral o tópica, así como microorganismos naturales para restaurar tu flora cutánea. El mar es el origen de la vida y tu inconsciente biológico lo reconoce entrando en proceso de sanación, es decir vagotonía, en cuanto llegas a la orilla del mar. Si permaneces el tiempo necesario junto al mismo, para permitir que tu salud se restaure, volverás más vital y más joven.
Todo tipo de problemas de piel mejoran o sanan, junto al mar. La piel afectada por acné, rosácea, dermatitis, piel sensible, seca, grasa, se regulan con baños en la playa. La piel madura rejuvenece al hidratarse y nutrirse con agua marina.
Pero te recuerdo algunas precauciones:
Toma el sol con moderación y en horas no puntas, que también es necesario para vitalizar tu piel, pero es muy oxidativo en exceso y envejece.
Si el viento sopla del interior, en lugar de venir del mar, al ser seco y cálido, notarás el exceso de sal en tu piel y sensación de tirantez tras el baño. Entonces debes, tras enjuagarte con agua dulce, hidratarte con un "aftersun" natural, que puede contener aloe vera, también muy rico en nutrientes.
Si no puedes ir al mar o estás en invierno, puedes comprar agua marina en herbolarios y dietéticas. Te dejo una Receta de una Bruma marina, un tónico para rejuvenecer tu piel:
75 ml de agua destilada o dulce, de la mejor calidad que dispongas y 25ml de agua marina, conforman un suero isotónico para aplicar en tu piel, que incluso puedes beberlo como nutricosmético, si usaste agua potable.
Puedes darle aroma y equlibrar tu energía vital y emocional, con unas gotas de aceite esencial, según tus preferencias olfativas, a elegir entre lavanda, jazmín, azahar, rosas. ¿Cuánto? al 0,2%, es decir, 2 ó 3 gotas en 100ml. O usar hidrolato (agua destilada de una planta), en lugar de agua dulce + aceite esencial. Esto lo convierte en cosmética holística porque equilibra tu piel y tus emociones.
¿Por qué es azul? porque le añadí una gotita de colorante alimenticio. Pero esto ya es jugar con la fantasía del color. Totalmente opcional.
Úsalo en un pulverizador para aplicarlo tras tu limpieza facial, como una Bruma marina, por la mañana y por la noche.
Agua micelar: Puedes añadirle 3ml de aceite de jojoba para convertirlo en un agua micelar, y limpiar tu rostro usando discos de algodón impregnados de la misma. En este caso, no uses pulverizador porque se obstruye con el aceite. Agítalo antes de usarlo. En el fondo del bote de la foto anterior, ves algo blanco. Se trata de una cerámica, inoculada de microbios probióticos, una biotecnología para informar el agua que yo utilizo como antioxidante del producto y también es beneficiosa para la piel.
Incorporo el agua de mar en todas mis elaboraciones de cosmética natural, en la fase acuosa y garantizo una nutrición celular muy completa, a modo buffet libre, para que las células de la piel tomen lo que necesiten. Puedes recoger agua de mar en verano para el resto del año, no se estropea, o puedes comprarla en herbolarios y grandes supermercados.
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